Golden y Honey fueron rescatadas en una gran obra de construcción mientras las máquinas removían el terreno.
Probablemente su madre se asustó cuando escuchó los fuertes ruidos, pero pasaron las horas y no volvía a por ellas, así que tuvimos que hacernos cargo para que no murieran de hambre.
Su mamá humana las ha criado a biberón y ahora son dos gatitas activas y cariñosas que esperan su oportunidad.