Hoy os vamos a contar una historia bonita de Milo que ahora esta listo para su nuevo hogar.
Andábamos de Romería de San Isidro en los Pedregales cuando visitando la Ermita al medio día unos niños allí que vendían pañuelos e imágenes nos dijeron que habían encontrado un gatito recién nacido en uno de los caminos. Sin duda alguna se le cayó a la madre al moverlo por el ruido y el follón.
Inmediatamente nos pusimos en marcha y después de muchas llamadas porque era domingo encontramos una gatita de acogida por el tesorillo.
Cerca no estaba y el tiempo contaba a en nuestra contra pues un gato recién nacido se deshidratada rápido si no bebe cada 2 o 3 horas.
Pero afortunadamente todo salió bien y Milo que así lo bautizaron sus salvadoras está en una familia nueva de acogida.
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