El pequeño Tequila se cruzó en el camino de una de nuestras voluntarias que desarrolla el Protocolo CER cuando estaba precisamente en una colonia feral. Con un futuro bastante incierto y peligroso en una zona con mucho tráfico de coches, nuestra compañera decidió rescatarlo. Ahora ha llegado su turno de pasar a tener una familia estable.
Tequila es dulce, tranquilo, pero también le gusta correr y saltar.
Te animas a adoptarlo?: